lunes, julio 23, 2012

Masculinidades. acercamiento y exploración, Putumayo 2009.


Nueva Esperanza

El trabajo propuesto en masculinidad para ser implementado en la ciudad de Mocoa, presupuestó el encuentro  con:   jóvenes hombres, jóvenes mujeres, hombres adultos y mujeres adultas, que participan de diferentes acciones promovidas por el ACNUR. Cada encuentro propuso explorar los imaginarios y representaciones que se tienen sobre el ser hombre y la masculinidad.

El objetivo fundamental que se propuso, fue identificar que  hace hombres y cuáles son las emociones que los hombres expresan en su entorno. Esta tarea requería rescatar los saberes individuales y llegar a reflexiones colectivas para cuestionar el patrón masculino que sirve de referente y  en especial preguntarse como este afecta las relaciones de género.  

Un elemento que llama significativamente la atención, es la dificultad para identificar emociones como hombres, elemento que es relevante dado los patrones masculinos que vinculan las inexpresividad,  la insensibilidad y castración   emocional como resultado se una construcción masculina hegemónica y patriarcal. Este grupo de jóvenes en especial se sintió limitado para referirse a mociones masculinas y logran identificar algunas emociones de rabia, ira, tristeza, miedo desespero, obsesión, angustia, rencor frente a otras pocas como amor, alegría y pasión . 

El grupo de mujeres jóvenes por su parte trabajo sobre la construcción de un sujeto masculino que representara lo que para ellas son los hombres, este grupo particularmente conto con niñas y jóvenes (12 a 20 años). Dentro de los resultados que el ejercicio permite rescatar esta la vergüenza por representar la genitalidad masculina, se debe mencionar que solo el grupo de las mujeres más pequeñas elaboraron siluetas masculinas sexuadas y dieron pauta para que las mayores incorporaran penes en sus dibujos.

Puerto Leguizamo
La mayoría de  características mencionadas por las mujeres jóvenes hablan de hombres mentirosos, groseros, infieles, celosos, intensos, problemáticos, violentos, vagos y borrachines. Dentro del taller uno de los pronunciamientos que mayor discusión generó,  mencionaba como el ejercicio de la infidelidad era permitido por algunas mujeres con la condición de no enterarse o incluso sabiéndolo y aceptándolo con la condición de no perder el respaldo económico  por parte del hombre.  Con esta discusión resulta importante preguntarse por el tipo de procesos que las mujeres deben hacer para replantearse su condición como mujeres en las relaciones con los hombres.

Con población adulta, luego de socializar carteleras y mediante dibujos dejaron ver las características de esos hombres cercanos, nos dimos a la tarea de preguntar por los desempeños que se espera estos hombres cumplan;  lo que permitió conversar desde las pautas de crianza masculinas que como mujeres madres imparten a sus hijos, y como estas pautas  posteriormente afectan las relaciones de género. Una sesión llena de risas, de miradas entre ellas y al final de aceptación por comprender el mensaje.

La visita a Mocoa, Puerto Asís, Puerto Leguizamo, La Hormiga, San Miguel,  deja en el horizonte premisas a trabajar, con los jóvenes de la comunidad visitada la impresión de liderazgo y de responsabilidad afectiva con los niños y las niñas debe ser un derrotero que direccione acciones de intervención que fortalezcan estos procesos que como hombres han asumido desde un par de años atrás y que hoy se reflejan en su actuar comunitario.

Un elemento interesante que se hace notar al visitar la comunidad, es el papel que el grupo de jóvenes puede cumplir dentro de su entorno en términos de cuidado y protección de la vida, al igual que en el cambio de prácticas masculinas que se apartan del patrón hegemónico y se pueden aventuran a otro tipo experiencias  como hombres. 

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