De trabajo con hombres de la ciudad de Quibdó, jóvenes participantes de la escuela de formación Revulú. La
sesión de trabajo propuso momentos
que darían la posibilidad a los hombres asistentes de comprender la
configuración de su masculinidad local, reflexionando desde sus prácticas
sociales. El objetivo fundamental que se propuso al grupo de hombres, fue identificar
aquellas características que les garantizan ser hombres desde su entorno
socio-cultural. Esta tarea requería rescatar los saberes individuales y llegar
a reflexiones colectivas para cuestionar el patrón masculino que sirve de
referente y en especial preguntarse como
este afecta las relaciones de género.
Lo presentado por
los grupos sugiere puntos
de aproximación a las realidades que como hombres se vive en la región, y marca
las primeras pautas para dialogar e incluso discutir con el grupo esas muestras
de la “masculinidad ideal” que se adoptan para ser reconocidos hombres,
asumiendo desde el ascendente cultural; esta particular y peligrosa forma de
hacerse, sentirse y ser hombre. La identidad sexual
que se manifiesta exagera algunas
conductas como la prepotencia, el falocentrismo, las prácticas temerarias y de
riesgo asociadas al consumo de alcohol.
Al final los
participantes manifestaron su apreciación del taller, en su mayoría se
sintieron a gusto y entendieron el propósito de la sesión de trabajo; algunos
hicieron visible su interés por el tema y otros se sintieron inquietos y se
permitieron hacer preguntas y comentarios mucho más personales, pero
propositivos desde sus relaciones como hombres.
Puede ser interesante hacer lecturas de realidad local en términos y cifras de violencias, para proponer ejercicio que crucen las construcciones de género y su potencial asociación con las estadísticas y manifestaciones violentas.
En el cierre, un abrazo más cálido y tranquilo. Algunos
compromisos de transformación y muchos rostros de preguntas, de
cuestionamientos, ojala de procesos personales que se inician.