domingo, agosto 09, 2015

Mujeres, Hombres y Territorio



Mujeres, Hombres y Territorio.
Por Román Alexis Huertas Montoya




El pensar en un enfoque de género y territorio, se fundamenta en dirigir la atención a las lecturas de las relaciones entre mujeres y hombres desde las particularidades que presenta el territorio donde se habita y se crece. Se centra en el desarrollo de las comunidades negras como sujetos colectivos donde conviven hombres y mujeres que deben identificar, analizar y resolver de manera acertada las situaciones de desigualdad y discriminación que viven al interior de las comunidades a razón de los sexos.  Propendiendo un abordaje crítico y reflexivo que considere los supuestos, las  trayectorias y referentes previos que desde la cultura y las practicas que se dan en el territorio y que van modelando las identidades, los roles  y relaciones genéricas     
Comunidades de agua. Tarena -Choco -

Tres preguntas  / premisas reflexivas  inspiran el documento de enfoque  en la propuesta “Género y Territorio”:

¿Cómo responden las relaciones de género al contexto histórico que viven las comunidades y pueblos del choco?
¿En qué medida  el contexto geográfico estructura las relaciones de género en las comunidades de los Consejos Comunitarios?
¿Alcanzar las metas de las versiones hegemónicas de género plantea algún tipo tensión en la experiencia de ser hombres y mujeres  de las comunidades?          

La apuesta del Proyecto  De resolución pacífica de conflicto por la tierra y recursos naturales de Mercy Corps; comprende como las relaciones entre hombres y mujeres provocan una distribución del poder jerárquica y asimétrica, que sin duda hace presencia en el proceso que las comunidades vienen desarrollando y que son necesarias  dimensionar en la medida que el discurso de derechos es el articulador de su nueva relación con la tierra y en su carácter colectivo. La condición de universalidad de los derechos, hace que emerjan las observaciones del como median los derechos en todas las relaciones en, desde y con el territorio.

Con la intencionalidad  de facilitar la comprensión, análisis y transformación de las desigualdades,  el género aporta la mirada y lectura de las estructuras  que las sociedades establecen a partir de las representaciones de las diferencias biológicas entre varones y mujeres, para  crear  jerarquías entre lo considerado masculino y femenino.  Al  considerar la construcción colectiva del territorio es importante plantear un punto de referencia  que permita identificar y prever la incidencia que las relaciones de género posibilitan, favorecen y establecen en el territorio.  

Los discursos de género presentan algunas premisas que van recorriendo el mundo y logran hacer comprensibles las estructuras sobre las cuales las sociedades han garantizado su permanencia en el tiempo. Es así, como en la actualidad al querer observar y analizar las relaciones entre hombres y mujeres se cuenta con algunas  premisas de contraste  en todas las culturas y que explican de manera general  las situaciones  de dominio o subordinación que se viven en las relaciones de género.
Las configuraciones de género, masculinas y femeninas que provienen del territorio de los Consejos Comunitarios y de Comunidades Negras pueden leerse rastreando las relaciones de hombres y mujeres existentes en las comunidades  que preceden a las actuales y que en el continuo se ven afectadas por largos periodo de violencia, en el marco del conflicto armado colombiano que se da en la región del pacifico y el Darién chocoano. 

Pentagrama de roles, melodías de estereotipos. 


Al abordar los conceptos género y territorio en el marco del proyecto, se hacen importantes los aportes que desde las llamadas las feministas negras, se dan; respecto a las interconexiones entre diferencias de género, otras jerarquías sociales y relaciones de poder. El llamado feminismo  negro señala que es necesario “comprender en  paralelo y en proporciones  equilibradas, las opresiones  específicas que han experimentado las mujeres negras y las incidencias que viven los hombres de sus propias comunidades a razón de alcanzar las metas que la masculinidad dominante ha impuesto”. Desde este planteamiento el feminismo negro cuestiona los trazados de género y las formas de la masculinidad con características sexistas y misóginas.  
Michelle Wallace afirma que el hombre afroamericano ha sido despojado de su masculinidad por la supremacía blanca, indica como muchos hombres incluso alcanzaron a creer que la masculinidad y la autoridad masculina sobre las mujeres eran parte esencial de su liberación; estos planeamientos terminan por reclamar al movimiento negro el redefinir desde un modo no sexista y revolucionario los procesos de su liberación. 

Los aportes del feminismo negro, junto a las premisas de Wallace brindan un primer escaño para interpretar  los acercamientos que se proponen desde este trabajo de género y territorio que propone el proyecto. Este primer acercamiento se alimenta con las posturas y miradas  de Chandra Talpade Mohanty  quien desde la crítica postcolonial que surge en los 80, señala como “el universalismo etnocéntrico feminista tiende a juzgar las estructuras económicas, legales, familiares y religiosas de los países no occidentales con base en parámetros occidentales que definen estas estructuras como subdesarrolladas o en vías de desarrollo, como si el único desarrollo posible fuera el del Primer Mundo y como si todas las experiencias de resistencias no  fueran sino marginales”. 

Ahora bien, los aportes que emergen de estos discurso del feminismo,  permiten ubicar las comunidades negras del pacifico colombiano con un acumulado de raza y etnia frente a las reflexiones de género. Lograr disponer este primer lente a razón de la historia particular de hombres y mujeres es una tarea necesaria para comprender el trazado cultural e histórico que se vive hoy. Un referente de contexto que se suma a lo ya expuesto y que servirá para proseguir con el fin de este documento, se consigue en los trayectos donde  los pueblos negros han aportado a la historia de país y que de alguna manera  van dando tejido social y geográfico a lo que hoy llaman territorio.  




Las construcciones de género que se puedan advertir, son la pizarra sobre las que se han escrito  y se han trasladado las dinámicas de poder y relaciones de género que se establecen desde los grupos armados,  incubándose en las lógicas de las comunidades  sumergidas  en  la guerra.    De allí que al observar los cuerpos de hombres y mujeres participantes se está en presencia de vehículos testimoniales de las culturas que confluyen, de las historias de la violencia y de un entorno geográfico que se instala y encarna en cada hombre y mujer. 

Las construcciones de género que se puedan evidenciar en las mujeres y hombres que hacen presencia en el territorio de las comunidades negras, se convierten y son el resultado de la historia y el conflicto, siempre presente, pasado y futuro… dejando evidencia  y desenmascarando la experiencia colectiva del dolor que se sitúa en la subjetividad como último escaño para prevalecer a la memoria.


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