lunes, enero 06, 2014

Género: un concepto básico; masculinidad, lo básico de un concepto.

1      

           Género:   Un concepto básico; masculinidad, lo básico de un concepto

Solo se ve lo que se mira, y solo se mira lo que se tiene en la mente.    A. Bertullon.

Los sistemas de representación del mundo social que nos ofrecen las ciencias sociales y sus disciplinas conectadas, experimentan desde mediados del siglo XX, amplios desarrollos  y sus más notables  expansiones; estas ciencias han presentando luego de la Segunda Guerra Mundial una perspectiva crítica frente a los conocimientos que venían elaborando, reproduciendo y validando.

Hoy en día la obediencia a la norma, a los valores o creencias establecidas históricamente, se alejan de los modelos acríticos que las perpetuaban porque si y se encausan en otras perspectivas que les explica como conceptos sociales desde la relatividad cultural y la posibilidad de transformarse  en sentidos menos opresivos y discriminatorios. Para 1960 los signos de una sociedad que se manifestaba frente a la discriminación, la ruptura de la familia, las diásporas raciales, los cambios ambientales y ecológicos, el hambre en el mundo,  la educación sexual  y el sexismo; redescubren para la humanidad desde las ciencias sociales problemas que deben ser asumidos desde nuevos conocimiento y aportes de la ciencia y la academia.

Se reconoce desde los diferentes enfoques feministas, sustanciales  aportes para la reconfiguración del mundo y  pensamiento de la humanidad; en especial en ciencias como la sociología y la antropología, donde sus propuestas educativas reflexivas y críticas lograron explicitar el control social que cumple el  androcentrismos. Desde los diferentes feminismos ganan espacios en su uso y empleo términos como patriarcado, género, igualdad, diferencias y más recientemente masculinidades.

El término que nos ocupa en esta oportunidad es el de género que en sus muchas acepciones como categoría, como sistema, como método de análisis, como perspectiva, logra irrumpir “en el mundo de las ideas y comenzar a develar sus implicaciones,  empieza a producir cambios simbólicos y políticos en la humanidad.” Y desde allí  se consolida como concepto. (Sanchez, 2010),   En la actualidad es frecuente que la acepción más referida,  lo ubique para aludir a las diferencias sociales entre varones y mujeres en toda las etapas del ciclo de la vida que son aprendidas y, aunque están profundamente arraigadas en cada cultura, son cambiantes a través del tiempo y tienen variaciones amplias tanto dentro como entre culturas. (IASC, 2006). Estas asignaciones  socialmente construidas   a razón del sexo, son representadas en atributos, oportunidades y relaciones que se aprenden, determinando roles, el poder y los recursos para hombres y mujeres.

Históricamente se ha presentado atención a las relaciones de género porque era necesario analizar, comprender y responder a las necesidades y circunstancias de las mujeres, ya que estas suelen verse más desfavorecidas que los hombres, pero hoy por hoy, se reconoce cada vez mas que es también necesario tener mayor conocimiento acerca de que afrontan los hombres y los niños en situaciones especiales de desventaja y vulnerabilidad ante los postulados y paradigmas tradicionales y opresivos de género.

La construcción de género para los hombres – la masculinidad-  a terminado siendo “un lastre” porque “estamos obligados a demostrar que somos hombres de verdad” algo que implica ser alguien que tiene éxito en lo publico, tener poder, mostrarte competitivo, duro, triunfador”, negando la emocionalidad, la vulnerabilidad, el sentimentalismo y la ternura. (Benitez Salazar, 2013)

El género como categoría comprende tres instancias básicas: la asignación del género con base en la apariencia externa de los genitales en el momento del nacimiento, la identidad de género que se establece entre los dos y tres años, y el rol de género o la identidad subjetiva que resulta de la adopción de las normas y prescripciones que dicta la sociedad y la cultura. (Garcia Suarez, 2003)


El concepto de género a permitido que en nuestro país en los últimos 10 años se logre instalar la pregunta frente a la necesidad y el cómo  vincular a los hombres en temas como violencia sexual, violencias contra las mujeres, salud sexual y reproductiva, construcción de paz. Abriendo así camino para que emerjan y se posicionen lo que desde la década de los 80s se evidencia como trabajos de masculinidades en nuestro país.    

Sexualidad: Del dar permiso, al tener derecho… realidades en transición.




Sexualidad: Del dar permiso, al tener derecho… realidades en transición.



El pasado año 2013 se dio la oportunidad de facilitar talleres en espacios de “Escuela de Padres”;  un escenario que me permitió reflexionar y reconocer variables, cambios que las llamadas Escuelas de Padres - antes Reuniones de Padres-,  han experimentado en relación a años/quinquenios  anteriores según mi percepción. Debo decir por  ejemplo que la asistencia y participación es un poco más nutrida y significativa;  llegan más personas y sus intervenciones revelan otro sentido de la preocupación; ilusionando con un  compromiso reflexivo y un análisis más abierto de la realidad. De igual manera se ve más presencia de hombres, -no se puede olvidar que desde siempre a las Reuniones o Escuelas de Padres asisten en mayor numero las mujeres; casi siempre mujeres – mamás-.  Y advierto no todos los hombres que asisten ahora son padres; en el salón se encontraban abuelos, hermanos, tíos, primos, hombres que se ubican en las redes de cuidado de chicos y chicas. Lo hago notar como señal de cambio y no para la admiración o la exaltación de un deber y responsabilidad asumida en manos de los varones.

Escuela del Guaviare: en negro producto niñxs, en rojo padres
Volviendo a mis notas sobre el tema… 
Este encuentro de “xadres”  propuso la sexualidad como tema central. Quiero compartir algunas ideas que me quedaron al final de la sesión a manera de aporte de discusión y ventana al ejercicio de exorcismo de mí sentir, mi pensar  o algo así.

Descubro como constante que aun se mantiene el afán por desatar con pocas respuestas, los nudos de las muchas preguntas que sobre relaciones sexuales y afectivas se tienen; no solo cuando se habla del acompañar, orientar  y proteger a los hijos e hijas en su despertar y ejercicio de la sexualidad…También, cuando la pregunta recae en la propia vida, en la sexualidad que somos, vivimos y ejercemos.


Reconozco en las conversaciones,  como lentamente las angustias de la sexualidad se van entre mezclando con otras angustias propias de la crianza, y que de fondo dejan ver cómo se generan movimientos y reacciones en la familia desde preguntas e incertidumbres relacionadas con figuras, relaciones y reconocimientos de  autoridad. Autoridad que se entiende necesaria por el grupo de “xadres” asistentes, pero que desde ellxs también se determina, “no puede ser la misma” a esa  que se reconoce en sus historias de vida y formación. Un ejercicio de  “autoridad diferente al vivido”…difícil. Toda una prueba al ingenio, la capacidad creativa y alternativa de lxs hoy “xdres”. 

Expectativas de la masculinidad y su sexualidad Programa SINU

Resulto entonces que las conversaciones, fueron dejando en evidencia los  vacios, prejuicios, aproximaciones y posturas ante eso de “jóvenes con derechos”, -como algún asistente lo nombro-. Las nociones y comprensiones que se tienen sobre los derechos se rescatan de ideas como: “así como los hijos tienen derechos, los padres también”, solo que al aclarar los enunciados, esos derechos de padres hacen alusión a poder “corregir fuerte”, “impartir valores”, “hacer respetar”… entre algunos otros….

El caso del grupo de “xdres” (padres, madres, primas, tíos, abuelas y abuelos) de familia, iban dejando la sensación que los derechos, esos que los jóvenes poseen y que son sus discursos en los últimos  años, “limitan la posibilidad de velar y cuidar del bienestar de los hijos”.


Como era de esperarse – para quienes me conocen – mi puerta de entrada  y permanencia para hablar de sexualidad esta en el marco de los derechos humanos sexuales y reproductivos; desde allí me han escuchado decir que es en los derechos humanos y en especial los derechos sexuales y reproductivos donde estamos llamados como especie  a potenciar un salto en la sociedad, ya que nos pone de cara a transformaciones de fondo que afectan las nociones de sujeto, de cultura,  de especie…

Miedos masculinos frente a la sexualidad.
Hospital Suba
Claro, entiendo las angustias propias del no unificar nuestra noción y vivencia de los derechos; Venimos de años de tradición donde los derechos se daban, se otorgaban, tocaba merecerlos, ganarlos y dar algo en compensación por recibirlos… frases como: “usted puede… pero si…” “solo cuando… usted tendrá derechos a…” son reflejo de lo dicho.

Percibí que como consecuencia de lo anterior, al hablar de sexualidad con los “xdres” la plataforma en que se posicionan y aproximan sustenta el ejercicio del control como ventana de protección. Se cree entonces que si se ejerce total control sobre la vida, decisión y actuar de los y las hijas, se está cuidando y protegiendo; -fangoso error- .  Además, se sienten en ejercicio de esos derechos de padre-adulto dominador y autoritario.


Posiciones que comprendo, pero no comparto, ni aliento que otros y otras sigan, pues esas son las apuestas fáciles y las certezas ya comprobadas; de dónde venimos con nuestros silencios emocionales, taras corporales, castraciones afectivas y desigualdades reales, en lo personal  lo colectivo.


Apuntes Taller Padres
 Hospital Suba
Si con lxs “xadres” la aproximación es desde el control, es apenas lógica la tensión con sus hijos e hijas, pues para ellxs aproximarse a la sexualidad es toda una plataforma de reconocimiento de su autonomía. Una autonomía que se instala en ese ejercicio de derechos donde se descubren nuestros chicos y chicas como portadores y no como merecedores, premiados o castigados. Son sujetos de derechos y no cuentan con un entorno cultural y una comprensión social de esa experiencia -“sujeto de derechos”-, de allí los desbordes, los desmanes y los abruptos en su vivencia, relaciones  y exploración de la nueva condición de sujeto en el Estado Social de Derecho.

Cabe responsabilidad para todos y todas por igual; somos generaciones de transición; somos lxs ultimxs a quienes nos dieron/premiaron con derechos, seremos lxs primerxs en reconocerlos y garantizarlos en otros/as.