A través de las experiencias de
atención a las poblaciones en emergencia por causa de los desastres naturales
en Colombia durante los años 2011 y 2012, se
establece que una vez superada la atención médica inicial de las
personas, se debe atender las necesidades en materia de salud sexual y
reproductiva de la población, el no hacerlo puede traer consecuencias
incalculables para las personas y las comunidades, dado que trasciende lo
íntimo de las personas.
Las situaciones de emergencia han
aumentado la vulnerabilidad de las poblaciones, haciendo que se reduzcan los
mecanismos de protección y cuidado y aumentando las situaciones de riesgo
frente a las problemáticas de salud sexual y reproductiva con un énfasis
especial en los diferentes tipos de violencia sexual. De allí
la importancia de fortalecer la capacidad de respuesta local y departamental
frente a las emergencias en los temas mencionados a través de la
sensibilización del personal responsable de atender las emergencias y de
incluir en los planes locales y departamentales de emergencias acciones
dirigidas a prevenir situaciones de riesgo y promover una cultura saludable.
Las jornadas de formación, tienen
como propósito, promover procesos institucionales, grupales y personales de
replanteamiento y resignificación de la cultura patriarcal de género y
particularmente la masculina, como una ruta para mejorar la calidad de vida
comunitaria y familiar de las personas, desarrollar una cultura de género para
la convivencia y la paz, y una conciencia favorable a una cultura masculina de
la no violencia, del cuidado y del afecto; en el sentido de: Acercar a los
hombres a una comprensión crítica de su responsabilidad cuando replican el
patriarcado en sus prácticas cotidianas, posibilidades de tomar decisiones de
desobediencia frente a los parámetros de vida patriarcales, aprendizajes de
reconocimiento y respeto frente a todas las identidades y orientaciones,
construcción de nuevos discursos posibles de traducirse en ejercicios y
promoción de masculinidades alternativas y finalmente el reconocimiento de la
necesidad de asumir el compromiso de acompañar a las mujeres en su ejercicio de
reivindicación de derechos.
La experiencia de las
jornadas sugieren reflexiones sobre las posibilidades y la pertinencia de que
se hagan algunas acciones más amplias y sostenidas en los territorios con los
grupos de líderes. En lo posible focalizar grupos poblacionales para fortalecer
las IEC y acompañar la implementación de las mismas en las comunidades
correspondientes
Las Estrategias IEC para promover las nuevas masculinidades confirman
la validez de realizar este tipo de acciones de sensibilización y
divulgación del problema de la violencia, en especial cuando involucran a los
hombres, ya que propician reflexiones y debates que generaran conciencia y promueven preguntas y compromisos a partir de
las practicas cotidianas de la gente.
Es importante señalar la
acogida que tienen estas acciones en la población y su participación al expresar en público sus ópticas y
desarrollos, eso significa un esfuerzo importante y permite la apropiación y trasmisión de mensajes. Igualmente es muy valiosa la participación de
los jóvenes hombres.
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