martes, marzo 03, 2020

Arreglos de Género: Fractal y encrucijada de la negociación de la sexualidad durante conflicto armado.



Arreglos de Género: Fractal y encrucijada de la negociación de la sexualidad durante conflicto armado.
 Por Román Alexis Huertas Montoya

"Preparado para presentar en el Congreso 2018 de la Asociación de Estudios Latinoamericanos, Barcelona, España del 23 de mayo al 26 de mayo de 2018"





La Fundación Ideas para la Paz FIP y el International Development Research Centre - IDRC de Canadá, durante la investigación sobre condiciones de seguridad de población LGTBI en regiones colombianas afectadas por  conflicto armado indagando por las continuidades y discontinuidades de violencias por razones de género y orientación sexual, logra identificar de cara al proceso de construcción de paz - que se sitúa en la implementación de los acuerdos firmados con las FARC EP- pistas  de como acercarse y responder a la necesidad de promover y garantizar los derechos de las personas LGBTI en Apartadó, Tumaco y Bajo Putumayo (Puerto Asís y San Miguel). Territorios que experimentaron de manera particular y exacerbada las situaciones del conflicto armado.
El proceso diagnóstico que permite identificar condiciones de seguridad de personas con identidades de género y orientaciones sexuales no hegemónicas o disidentes[1]  a quienes se refiere como la población LGBTI, muestra que se puede establecer la existencia de factores asociados en la ocurrencia de las violencias que sufren las personas con dichas identidades de género y orientaciones sexuales; llevando  a reflexionar en el marco de la investigación sobre qué ha significado para estas personas, afrontar las condiciones de vida que se dieron durante el conflicto armado y los retos que subyacen en la transición hacia el posconflicto. De alguna manera es la oportunidad de aproximarse a las vicisitudes propias de emerger y asumirse como sujeto político con una identidad de género y orientación sexual no hegemónica entendiendo que esto interpela la lógica que disciplina/controla la reproducción y el cuerpo; haciendo del sexo y el deseo sendos dispositivos que confrontan el orden, Cabezas y Berná (2013) reafirman “la sexualidad como producto pero también productora de relaciones de poder, cuyo análisis revela problemas políticos centrales para comprender las violencias sexo-genéricas y otros problema políticos contemporáneos” (Cabezas, A.; Berná, D. 2013. pp.774).


METODOLOGÍA

Este propósito ha implicado retos metodológicos en cuanto a la búsqueda de ejercicios que permitieran hacer una labor interpretativa del pasado, que cumplieran con los criterios de ser eficientes en los tiempos de la investigación, coherentes con las posibilidades territoriales y pertinentes en términos de seguridad y acción sin daño.
Metodológicamente alcanzar ejercicios de reconstrucción de memoria con la población LGBTI; que permitiera entender que implicó la acomodación en los diferentes momentos o transformaciones del conflicto;  pasó por afrontar retos frente a la construcción de confianza en el abordaje de temas de violencia sexual, el generar credibilidad en el proceso en función de garantizar la permanencia durante la investigación y contrarrestar factores de riesgos derivados de la participación en la visibilización de las condiciones de seguridad y ciudadanía que deben sortear las personas LGBTI en función de los arreglos de género (Centro Nacional de Memoria Histórica. 2017).
La aproximación a la población LGTBI se hizo con la mayor prudencia, entendiendo que antes de visibilizar a las personas era necesario establecer las condiciones de seguridad que se dan de acuerdo al orden local en cada territorio, rastreando episodios de violencia, amenazas y delitos que involucraran a dicha población.  Igualmente fue importante reconocer la relación que se da desde la institucionalidad del estado, para con las personas o movimiento LGBTI, identificando la existencia de políticas, programas, proyectos y medidas institucionales que permitan la caracterización, registro y atención de esta población.
Así, siguiendo pasos en una misma ruta, se inició indagando en las conversaciones con actores clave (funcionarios del estado, cooperantes, líderes y lideresas) que menciones se hacían de personas LGBTI en el territorio. En la medida en que aparecían detalles en las conversaciones, se logró levantar información de referencia sobre esta población: aspectos de su dinámica, lugares donde ubicarles, iniciativas o procesos organizativos en los que participan y personas líderes de la comunidad.  
Contando con una primera información de referencia, el paso a seguir en la ruta fue lograr la identificación de las personas, los procesos e iniciativas de organización social en torno a la población LGBTI, bien desde los escenarios de ocio/socialización, las expresiones artísticas, folclóricas o religiosas y consecuentemente los procesos de participación, formación política e incidencia. 
Por último y como máximo nivel de aproximación se estableció el contacto, es decir la posibilidad de hacer un abordaje directo que permitiera contar con narrativas y experiencias de vida de las personas LGBTI que habitan los territorios; que pudiera hacer inferencias con un mayor nivel de validez al querer definirles como actores sociales.         
La ruta de aproximación marca una búsqueda de señales de reconocimiento local de las personas LGBTI que finalmente se concretó en una escala de posibilidades para encontrar información sobre cada una de las iniciales del acrónimo:

REFERENCIA: información con detalle de personas que se asumen LGBTI, constituyendo esto en un mínimo del reconocimiento por parte del territorio hacia estas identidades.

IDENTIFICACIÓN: Lograr identificar personas que se reconocen bajo alguna de las siglas del acrónimo.

CONTACTO: Abordaje directo y personal para indagar sobre su actuar como actor social. En cada territorio las condiciones particulares fueron determinando las posibilidades para reconocer a las personas que responden a cada sigla del acrónimo.  Apartadó cuenta con un proceso emergente donde confluyen personas LGBTI que buscan fortalecer su iniciativa organizativa. Tumaco cuenta con una organización LGBTI que reseña el proceso de organización social desde mediados de los años 80, y a la fecha promueve un enfoque LGBTI territorial, étnico -afro. En el Bajo Putumayo existen referencias de población e iniciativas organizativas LGBTI en el municipio de Puerto Asís –ninguna con éxito-.
Aun contando con experiencias de iniciativas de organización social en los tres territorios, no fue posible en todos los casos identificar y hacer contacto con personas que se identifiquen con cada una de las siglas del acrónimo. Dejando situada la pregunta de ¿por qué es posible reconocer algunas identidades/orientaciones y otras no?

Posibilidades de: referencia, identificación y contacto de personas LGBT.
La validez o no como actor social de las personas Lesbianas, Gais, Bisexuales, Transgénero e Intersexuales, en contextos permeados por el conflicto; encuentra un principio y punto común de partida para asumirse legítimo en cualquier relación, el ejercicio del reconocimiento.
De allí que cobre sentido en el levantamiento de información inicial en cada uno de los territorios, la búsqueda de señales de reconocimiento en una escala de posibilidades de encontrar información para cada una de las iniciales del acrónimo.
Apartadó
Bajo Putumayo.
Tumaco
LESBIANAS
Contacto
Referencia
Contacto
GAIS
Contacto
Contacto
Contacto
BISEXUALES
Contacto


TRANSEXUALES
Contacto

Referencia
INTERSEXUALES




Las posibilidades de referencia, identificación y contacto de la población LGBTI en cada territorio, favoreció el levantamiento de información, por ejemplo, con la elaboración de cartografías de riesgo y percepción de lugares seguros o inseguros para la población LGBTI de manera desagregada y la triangulación de esta información con datos arrojados por una encuesta de percepción de seguridad y tolerancia de las violencias basadas en género que se aplicó a diferentes grupos poblacionales. Esta triangulación de información mejora la comprensión territorial de factores asociados a las violencias que sufren las personas y como se establecen las condiciones de seguridad para población LGBTI.
  
HALLAZGOS
El rastreo de los antecedentes normativos llevó a reconocer como en Colombia durante casi 50 años, entre las décadas de 1930 y 1980 las expresiones homo-eróticas eran un delito de acuerdo al código penal colombiano, -el artículo 324 señala: “El que ejecute sobre el cuerpo de una persona mayor de diez y seis años un acto erótico-sexual, diverso del acceso carnal, empleando cualquiera de los medios previstos en los artículos 319 y 322 está sujeto a la pena de seis meses a dos años de prisión. En la misma sanción incurren los que consumen el acceso carnal homosexual, cualquiera que sea su edad” (Congreso de la República de Colombia, 1936) -, como correspondía a una sociedad conservadora y tradicional que devenía de principios y valores morales judío cristianos, que determinaban los órdenes de género desde lógicas patriarcales y la valoraciones sobre el ser hombre y ser mujer estereotipados desde símbolos culturales coherentes al dogma dominante y desde una noción dicotómica/disociada de la sexualidad;  que se reconoce desde su argumentación en el ámbito reproductivo o su referencia a propósito de la trasgresión de las “buenas costumbres”, pasando por  lo inmoral, antinatural y pecaminoso.
Si bien Colombia como país despenaliza la expresión homo-erótica en 1986, y ratifica el reconocimiento de la garantía de derechos a personas con identidades de género y orientaciones sexuales disidentes en la constitución nacional de 1991 en sus Artículos 13[2] y 16[3];. Estos eventos de orden nacional coinciden con el recrudecimiento del conflicto armado en territorios como Apartadó, Tumaco y Bajo Putumayo; marcando aquí fractales de la realidad en la negociación de la sexualidad en función del lugar donde se habita y los actores que determinan el orden local
Esto significó, que el impacto de las adecuaciones y modificaciones de orden normativo, jurídico y legislativo experimentado como país, impactara de diferente manera las ciudades capitales: Cali, Barranquilla, Medellín y Bogotá.  Donde se dio un espaldarazo e impulso a la organización social en función de exigencias como sujetos de derechos y en ejercicio de la ciudadanía. En contraste con zonas rurales; alejadas, con baja eficacia por parte del estado, en zonas de frontera y con un alto impacto del conflicto armado. Allí donde finalmente la posibilidad de existencia y reconocimiento se dio de acuerdo a la regulación, control y margen de negociación con el actor armado que hacia presencia y mayor influencia local. 
De acuerdo con lo expresado por Naciones Unidas: “Son importantes las características específicas del contexto de cada país y situación. La situación no es necesariamente la misma para las personas lesbianas, gais, bisexuales y transgénero (e intersexual), a pesar de que los derechos humanos son inherentes a todas las personas sin distinción; la situación no es homogénea sino heterogénea.” (ONU. 2017. pp 8).

Desde los antecedentes normativos que como país se evidencian, es posible situar una referencia sobre aspectos que marcan los órdenes locales y como en la realidad territorial se llega a determinados arreglos de género y negociaciones en cuanto a las expresiones de las identidades y la orientación sexual.  Bajo la lente de los arreglos de género, es posible interpretar la paradoja que resulta al analizar el devenir del sujeto criminalizado y patologizado como lesbianas, gais, bisexuales, trans; que durante el conflicto crecieron obedeciendo a múltiples determinantes de vida: pobreza, inequidad, negación del reconocimiento, falta de respeto por la vida. Y que actualmente afrontan la posibilidad de ser reconocidos como sujetos políticos, portadores de derechos y sujetos activos en la dinámica social.  Determinar la posibilidad de su reconocimiento, el desarrollo humano, desarrollo económico y su agenciamiento social como LGBTI, pone en el centro los arreglos de género y alrededor de ellos la encrucijada que se configura al reconocer las múltiples concesiones, renuncias e intercambios por parte de las personas LGBTI; ante los diferentes actores sociales para poder expresar y vivir su sexualidad.


“… me pasó a mí con mi pareja, ella venía de Bogotá y mis compañeros una vez supieron que yo era lesbiana, yo trabajaba en la misma universidad en la biblioteca; inclusive la misma bibliotecóloga me dijo, tienes que tener cuidado no tienes que hacer demostraciones de cariño acá porque acá los matan. Fue lo primero que me dijo”. Grupo Focal  Lesbianas -Apartadó
La investigación ahonda en arreglos de género, y arroja diferentes lecturas del control que los actores armados ejercieron para regular la vida en cada territorio, afectando de manera diferente las relaciones humanas, la sexualidad y la expresión de género de personas LGBTI. Muchas veces representando alguna funcionalidad de estos sujetos con orientaciones sexuales no hegemónicas que era aprovechada por el actor armado dominante, en cuanto a servirle para la demostración de poder, las expresiones de prácticas violentas como castigo a la contravención de los arreglos de género estipulados y la regulación desde el amedrentamiento y la amenaza de lo diferente. 

“con respecto a los narcos, por lo menos, le pagan a un gay hombre para que sea el mejor amigo de la mujer… tenía que ser un gay bonito, bien pulcrito, y que se le notara bastante que era gay. O sea, como dice vulgarmente, que botara la pluma, para que estuviera con su mujer”.

Acerca cuando los “paras” tenían mayor presencia en el casco urbano. Había muchas casas abandonadas de guerrilleros y para ese entonces un hombre gay del pueblo concertó con algún guerrillero poder usar su casa abandonada. El guerrillero accedió, el hombre gay habito algún tiempo esta casa; hasta que fue señalado por los “paras” como auspiciador de la guerrilla y fue brutalmente asesinado
Entrevista líder Gay -  Bajo Putumayo


 En este sentido, es posible referenciar como la negociación de la sexualidad en un territorio como Apartadó, que ha experimentado varios procesos de desarme y desmovilización con diferentes actores armados entre guerrillas[4] y  paramilitares [5]; se perdió de vista el impulsar procesos de transformación cultural que desnaturalizara o contrarrestara la incorporación de determinadas prácticas asociadas a  un orden de género que responde a estereotipos de masculinidad y feminidad desde la expectativa y demanda de modelos  guerreros de masculinidad para los hombres, y de valoraciones de una feminidad tradicional expresada desde las estéticas narcotraficantes para las mujeres.

“bueno, la sociedad ha creado unos estereotipos, donde el marica debe ser cocinero, debe ser lavandero, debe ser estilista. No es, es una profesión, ojo, porque hoy para eso están las universidades, están para ser un chef de cocina, ser un estilista, ¿sí?, pero la sociedad aún en el territorio ve que los gays debe ser el mandadero, el cocinero; la cocinera Entrevista líder LGBT -Tumaco
Esta condición propia de Apartadó arroja como una posible consecuencia de la reproducción de dichos paradigmas de género; que en la actualidad se muestre un cierto status de ciudadanía LGBTI.  Y al intentar sustentar coherentemente un status de ciudadanía se hace necesario reconocer que tanto se cumple con los elementos constitutivos de la ciudadanía, que de acuerdo con García y Lukes (1999) se refieren a la posesión de derechos; la pertenencia a una comunidad o cultura nacional y la participación en la vida pública como grupo social. (Citado en Cabello. 2014. pp 29).  Así el status de ciudadanía referencia en estos territorios hace precaria su participación y reconocimiento como actor valido en la interlocución de temas públicos como la seguridad, la inversión social y el acceso a recursos. Situando a las personas LGBTI en lugares comunes a los estereotipos del hombre gay estilista, la mujer lesbiana camuflada en una vivencia como mujeres hetero de avanzada, abiertas a un ejercicio la sexualidad más liberal; y unas mujeres trans destinadas a sobrevivir en ejercicio de prostitución.

Desde dichas enunciaciones sortean el bullyng cotidiano infringido por “la gente de bien”, el chantaje/explotación sexual y el robo a manos de las pandillas en los barrios por ser un hombre gay, como mujeres lesbianas implica sufrir el acoso sexual sustentado en fantasías estereotipadas de los hombres en los espacios públicos, la discriminación en entornos laborales y la amenaza de sufrir violencia correctiva. En cuanto a las mujeres trans, ellas deben sobrellevar la discriminación, la explotación sexual y la prostitución; adecuando sus rutinas de vida a la noche y la asignación de espacios públicos específicos para su visibilidad, movilidad y comercio.
Las negociaciones alrededor de los arreglos de género durante el conflicto armado no se dan de la misma manera y bajo la misma lógica en todos los territorios. Las situaciones cotidianas específicas que dan forma a las realidades experimentadas por hombres y mujeres se encuentran asociadas al nivel de incidencia que puede llegar a tener diferentes actores en los territorios.
“Yo estuve como en tres limpiezas que hicieron, y supe que una de ellas fue armada por un grupo de vecinos que se armó para sacarlos. Y eso fue en el Obrero que se estaba llenando de población LGBTI en el parque de ellos, entonces los vecinos no les gustó, se armaron y empezaron a matarlos ahí en el mismo parque. Lo otro, ya era de los paramilitares, y lo otro si no, estaba más chiquita, porque no me acuerdo, o no le puse atención tampoco”.
Entrevista Líder Lesbiana Apartadó 

La experiencia de un territorio como Tumaco, muestra que a partir de sufrir los efectos catastróficos de un Tsunami -diciembre de 1979-, que arrasó una parte importante del poblado, la comunidad emerge como actor clave, que posee una identidad colectiva como pueblo afro y que asume la responsabilidad de reconstruir el tejido social. Bajo este escenario algunos jóvenes gais de la época entran en la negociación de un arreglo de género que les hace posible visibilizar su orientación sexual alrededor de los grupos artísticos que fomentan la reconstrucción social a partir de la recuperación de expresiones culturales de danza, cantos/alabados, ritos fúnebres y el arreglo de altares.
“con un grupo de compañeros y amigos de Tumaco, pero también de otros municipios y veredas que llegaron al territorio, por muchas razones llegaron aquí muchachos. Entonces tenemos el caso de un compañero también de la comunidad,  bailarín, gestor cultural, igual también con mi persona, entramos a nutrir esos espacios culturales, que fue un espacio que nos abrió la puerta, fue el espacio que nunca nos preguntó, nunca  nos cuestionó. (...) como las consentidas, los consentidos de los grupos, los muchachos. Y ahí fuimos creciendo, pero también fuimos también estudiando, preparándonos para la vida. Entonces ahora son maestros, docentes, y que hoy simbolizamos para las nuevas generaciones un ejemplo de vida.”
Entrevista líder Gay Tumaco 

Actualmente los procesos organizativos de la comunidad LGBTI en Tumaco, responden a un enfoque étnico racial y son impulsados/liderados por algunos de los jóvenes gais de aquella época de la reconstrucción de Tumaco. Desafortunamente, las condiciones que se dieron en ese momento solo abrieron esa oportunidad de negociación para los hombres gais; dejando por fuera al resto de representaciones del acrónimo, principalmente las mujeres lesbianas y personas Trans.         
Las negociaciones alrededor de los arreglos de género hacen pensar en qué consistió/como se dio la transacción por parte de las personas LGBT. Ante la posibilidad de existir y ser, se terminó cediendo en garantías de vida, libertad de expresión desde las identidades de género e incluso llegar a aceptar el ser relegados/as a ciertos espacios sociales, muy cercanos a la criminalidad y las economías ilegales.

                                           “pero que yo mire a mi hija, que le guste otra mujer, huy no a mí me preocupa eso hartísimo…. de pronto ella se enamora de esa otra mujer y ¿qué hogar ella va a tener? Vivir dos mujeres, no pueden tener hijos, es imposible” Grupo focal mujeres Puerto Asís
Factor que muestra un cierto status de ciudadanía, que si bien se anticipa  “precario” en su alcance de incidencia e incluso en su efectiva participación en los asuntos públicos como la seguridad; sí se presenta funcional a la dinámica impuesta por el  actor armado que regulaba el territorio, y que asumió mantener un determinado orden de género que obedece en algunos casos,  a acuerdos previos sobre los roles y la sexualidad de hombres y mujeres; argumentados desde postulados religiosos y bajo el estigma de la patologización.

Hombres gais que fungían como personas de compañía de esposas y mujeres de los narcotraficantes y paramilitares, cumpliendo una labor de control sobre estas mujeres, bajo el sofisma de los arreglos estéticos necesarios para exaltar su feminidad de manera permanente.
Mujeres lesbianas que sirvieron/sirven para proyectar en ellas y sobre su cuerpo, las “fantasías masculinas”; aquello que los hombres desean cumplir desde su sexualidad, respondiendo a un modelo de masculinidad que implica la disposición irrestricta de su cuerpo para la insinuación de encuentros sexuales bien desde el argumento de una sexualidad más abierta “open mind” o bajo el sofisma y/o amenaza de la violencia correctiva.
Por su parte las personas Trans - principalmente mujeres Trans-, son arrinconadas no solo por la discriminación en función de su expresión de género. Además, sufren y viven bajo el estigma de la prostitución, relegadas a la noche como posibilidad de expresarse más libremente en el espacio público y en dinámicas que en muchas ocasiones puede ser asociada con las economías ilegales. 

Finalmente, allí se materializa la encrucijada en la negociación de la sexualidad, las condiciones de seguridad se van a dar en la medida de ceder condiciones para el ejercicio de la ciudadanía y la garantía plena de derechos. Los resquicios donde los órdenes locales les permitieron existir a las personas con orientaciones sexuales no hegemónicas  durante el conflicto; son a su vez conquista de una lucha de resistencia por ser disidente de una sexualidad hegemónica y el de otro lado el estandarte del sometimiento que hoy portan y desde donde hoy deben protagonizar luchas por una ciudadanía plena y la exigibilidad de derechos que nunca se han garantizado, ni gozado; corriendo incluso el riesgo, de no salir del resquicio que  propicio el conflicto y asumirlo como caverna “segura” de una existencia enmudecida.
  
CONCLUSIONES
Hoy en Colombia luego de experimentar el desarme y la desmovilización de las FACR resultado del acuerdo de paz firmado con esta guerrilla, es posible aproximarse a una realidad oculta, sin registro, sin memoria, en territorios lejanos, fronterizos y con dinámicas urbano/rurales. Esta posibilidad permite identificar sendas brechas entre la proliferación de normas y medidas jurídicas sobre asuntos LGBTI, su reglamentación y aplicación. Y aunque existan desarrollos en referencias normativas nacionales que impulsan dicho cambio, alcanzando otro lugar de enunciación cultural, aún prevalecen paradigmas anclados en el colectivo social que se sustentan en el binarismo de género, la heteronormatividad y el cisgenerismo[6]. Consecuentemente las transformaciones culturales desde las prácticas, así como el cuestionamiento de los paradigmas y estereotipos de género no responden a los cambios que se impulsan y garantizan desde las normas.
A la luz del Acuerdo de Paz fue posible como país develar una dura realidad, la guerra ha servido de incubadora perfecta para mantener, reproducir patrones de género discriminatorios, que favorecen la exclusión y que fueron establecidos antes del conflicto armado. Aprovechados por el actor armado para la demostración de su poder, la regulación de las relaciones, vidas y cuerpos de hombres y mujeres. En algunos casos demostrando brutalidad, sevicia y desborde en la expresión violenta en sus dispositivos de regulación, que terminaron siendo argumentados desde la eficacia en el cumplimiento del orden “los valores y las buenas costumbres”; dejando la sensación de la efectividad del castigo y con esto una errada noción/sensación de justicia. Coincidiendo esto con lo expresado por la Defensoría del pueblo, cuando sostiene que el ordenamiento social de nuestro país esta soportado por las relaciones, roles y comportamientos de género; que subyacen en la construcción colectiva de todos y todas; produce estereotipos y prejuicios que se ven fortalecidos en los territorios y zonas donde se ha desarrollado el conflicto armado (Defensoría del Pueblo, 2015).
La inclusión del enfoque de género en el acuerdo de paz, despertó la reacción de los sectores sociales religiosos, más conservadores y tradicionales;  que mantienen posturas radicales frente a la sexualidad, las expresiones de las identidades de género y la garantía de los derechos de la población LGBTI, demostrando como al correr el velo de la guerra se hicieron presentes negociaciones de un mayor espectro frente a los acuerdos de género, haciendo evidente que lo acontecido en los territorios es un fractal de la realidad de un país que a nivel nacional se está jugando un nuevo orden, con nuevos actores políticos, pero también nuevas estructuras criminales que llegan donde antes estaban las FARC y donde aún no hace presencia efectiva el estado colombiano. En este reordenamiento los temas relacionados con los derechos de la población LGBTI que en su momento estaban en favor de garantizarlos era estrategia para conseguir adeptos políticos y generar movilización social; hoy juegan en un sentido contrario, se atraen adeptos en las contiendas electorales prometiendo limitar las libertades y el reconocimiento de derechos LGBTI. 
La encrucijada es total, los arreglos de género que están en negociación ante la transacción a unas minorías que representan a un sujeto político, que en menos de 40 años pasó de la criminalización, a la garantía de derechos, y desde este lugar de enunciación se pone frente a una sociedad amenazante, que sigue ofreciendo en la negociación lugares marginales a cambio de hacer efectivo algún nivel de reconocimiento. Un lugar del cual no se puedan escapar y sirvan para exorcizar los miedos que tenemos como sociedad a una humanidad diversa.


BIBLIOGRAFÍA
·         Cabezas, A.; Berná, D. (2013). “Cuerpos, espacios y violencias en los regímenes biopolíticos de la Modernidad. De maricas y homosexuales habitando “lo femenino”. Política y Sociedad, Vol.50 Núm. 3 771-802
·         Centro Nacional de Memoria Histórica. (2017). La guerra inscrita en el cuerpo. Bogotá: Centro Nacional de Memoria Histórica.
·         Constitución Política de Colombia. (1991). Gaceta Constitucional No. 116. Bogotá, Colombia. 20 de julio de 1991.
·         Defensoría del Pueblo. (2015) Informe de la defensoría del pueblo “Voces Ignoradas”, La situación de personas con orientación sexual e identidad de género diversas en el conflicto armado colombiano. Bogotá. Defensoría del Pueblo
·         Congreso de la República de Colombia. (1936). Ley N° 95, 1936: Sobre el Código Penal. Sistema único de información normativa. Bogotá, Colombia. Abril 24 de 1936
·         Maya L. (2016). La otra cara de la exclusión: las victimas LGBTI del conflicto armado colombiano (Tesis de pregrado). Universidad del Rosario. Bogotá. Colombia.
·         Organización de las Naciones Unidas – ONU. (2017). Informe del Experto Independiente sobre la protección contra las violencias y la discriminación por motivos de orientación sexual o identidad de género. A/HRC/35/36. Consejo de Derechos Humanos 35°. Nueva York. periodo de sesiones 6 a 23 de junio 2017. Disponible en http://www.movilh.cl/wp-content/uploads/2018/01/PrimerInformeLGBTIExpertoInpendienteONU2017.pdf  
·         PNUD/PGA. (2017). Promoviendo los Derechos Humanos y la Inclusión de las Personas LGBTI: un Manual para los Parlamentarios y las Parlamentarias. Disponible en: http://www.pgaction.org/inclusion/pdf/handbook/es.pdf





[1] Se utilizará la expresión no hegemónica o disidente para señalar la existencia de identidades sexuales que se apartan de las normas que prescriben la heteronormatividad. En Maya L. (2016). La otra cara de la exclusión: las victimas LGBTI del conflicto armado colombiano (Tesis de pregrado). Universidad del Rosario. Bogotá. Colombia.
[2] “Todas las personas nacen libres e iguales ante la ley, recibirán la misma protección y trato de las autoridades y gozarán de los mismos derechos, libertades y oportunidades sin ninguna discriminación por razones de sexo, raza, origen nacional o familiar, lengua, religión, opinión política o filosófica” (Constitución Política de Colombia. 1991)
[3] “Todas las personas tienen derecho al libre desarrollo de su personalidad sin más limitaciones que las que imponen los derechos de los demás y el orden jurídico” (Constitución Política de Colombia. 1991).
[4]Año 1991 Desmovilización del Ejército Popular de Liberación EPL. Año  2017 Desmovilización de las Fuerzas  Armadas Revolucionarias de Colombia FARC  
[5]Año 2006 Desmovilización de las Autodefensas Campesinas de Córdoba y Urabá.
[6] Termino que hace referencia a personas cuya identidad de género y su expresión de género coinciden con el sexo que se le asignó al nacer y con las expectativas sociales relacionadas con su género (PNUD/PGA. 2017).

lunes, marzo 02, 2020

Hablar de género y masculinidades con los Yanomami y los Macuxi: Abrir una ventana entre mundos.



Hablar con los Yanomami y los Macuxi de género y masculinidades: Abrir una ventana entre mundos.
Por: Román Alexis Huertas Montoya
“Pensada como una acción sin daño, este abordaje parte de las realidades y “verdades” que se sustentan en las comunidades indígenas desde la mirada de género, pero no escapa de la intención de generar condiciones más favorables para las niñas y mujeres, de alguna manera retoma postulados que sustentan que la lucha contra la opresión debe pasar por el opresor en su dimensión personal y estructural”. 


La Ventana   Amazonia Brasilera, 2014 - 2015




Con el ánimo de considerar los complejos procesos de aprendizaje y socialización en que se ven inmersos hombres y mujeres al constituir su identidad como individuos;  el género  permite acercarse y comprender las expectativas sociales y culturales que a razón de los sexos se espera de los individuos de determinado colectivo humano.

Desde estas premisas es  importante mencionar que la propuesta en los territorios indígenas Macuxí - Raposa Serra do Sol y Yanomami,  fue mostrando características y especificidades que no eran posibles  considerar en el periodo de planeación y aprestamiento; dichas especificidades y características  que fueron emergiendo se asumieron  como hallazgos.

El abordaje desde la perspectiva de género, proporciona un marco de referencia para establecer lecturas del contexto, críticas, comprensivas y propositivas; reconociendo los sentidos y aportes que se producen a razón de los procesos de socialización y construcción de las identidades. De igual manera, evidencia como se dan las relaciones de poder entre hombres y con las mujeres; dando lugar allí también a las alternativas de transformación.

Algunas de las características/hallazgos  a las que se hace alusión tienen que ver con el nivel de cercanía o aproximación por parte las comunidades indígenas con los denominados “no indígenas”, factor que de alguna manera incide en las posibilidades de desarrollar lecturas con perspectiva de género. Esta particularidad se torna como variable entre las comunidades Yanomami y comunidades de Raposa Serra do sol al momento de desarrollar  las actividades de género que contiene esta propuesta.  Así por ejemplo, al pretender transferir conocimientos conceptuales, argumentativos y analíticos en género,  las barreras comunicativas más allá del idioma; se ubicaron  en otros aspectos del lenguaje, como la dificultad e imposibilidad en algunos casos -como en los yanomami-   de encontrar   palabras o conceptos sinónimos, equiparables o afines que sustentan los discursos de género (Derechos, posibilidades, equidad, entre otros).        

Cada participante apresentou suas expectativas e, neste momento, foi possível perceber que havia interesse em se aprofundar no tema gênero e, ao mesmo tempo, uma inquietação oriunda das mudanças que percebem nas relações mulher-homem dentro das famílias, escolas, comunidades e movimentos.

[...] acredito que quando a gente fala sobre gênero a gente precisa aprender mais sobre homem e mulher, sobre a parceria entre os dois.
No povo indígena não existia preconceito, mas ultimamente vem existindo [...]somos 5 mulheres e 33 homens na minha turma da escola [...] mas os meus colegas não deixam eu jogar futebol e eu desenhei um muro para que ele seja quebrado. Que a gente possa quebrar as dificuldades e seguir em frente. Estamos todos unidos dentro de um circulo.

[...]E aos poucos tem o movimento indígena aqui perguntando e criando uma certa expectativa de que a mulher tem que ser mais alta agora, tem que ser tuxawa. E, afinal de contas, o que se quer discutir mesmo? Acho que se trata muito mais de discutir sobre a relação dos homens e mulheres, seus desejos.

[...]tem momentos no trabalho indigenista, quando trabalhamos com pessoas, com comunidades e populações indígenas que a gente não sabe mais ou menos para onde o barco vai. Às vezes, temos de refletir e aprender a lidar com as novas situações; às vezes, temos uma visão da realidade que nem sempre é a melhor. Precisamos aprofundar, tentar pensar melhor como é isso de gênero e como vivemos isto.

La perspectiva de género es el marco necesario para establecer el trabajo con hombres y masculinidades, al evidenciar la condición relacional del género, dándole  un lugar y papel transformador al hombre y la construcción de las masculinidades. Permite el análisis reflexivo de  los patrones culturales, así como evidencia la relación del poder, los obstáculos que representan las lógicas masculinas en detrimento de las mujeres  y el alcance de sociedades justas y equitativas. Surgen evidencias del como las relaciones que se establecen entre hombres y mujeres de las comunidades interfieren e influyen en los resultados e impactos de las acciones propuestas por los trabajos comunitarios, procesos de intervención y proyectos sociales.

Los discursos de género presentan algunas premisas que van recorriendo el mundo y logran hacer comprensibles las estructuras sobre las cuales las sociedades han garantizado su permanencia en el tiempo. Es así, como en la actualidad al querer observar y analizar las relaciones entre hombres y mujeres se cuenta con algunas  premisas de contraste  en todas las culturas y que explican de manera general  las situaciones  de dominio o subordinación que se viven en las relaciones de género

En esta línea, como hallazgo se identifica,  que es necesario avanzar en el reconocimiento del orden de género que se establece en cada una de las comunidades indígenas; esto es inminente dado el vacío en los análisis y estudios pertinentes, para que logren establecer argumentos e información adecuada, respecto a la existencia del uso del poder que pueda conllevar  inequidad e injusticia entre hombre y mujeres. Punto de partida adecuado para los análisis de género posibles.

Si bien las relaciones son definidas desde un orden ideológico, cosmogónico  y estructural de las comunidades y sus creencias; los grupos de trabajo comunitario,  las organizaciones  (ONG) deben mirar con lentes específicos los aspectos y factores que se derivan de dicho ordenamiento y como estos injieren en las apuestas y compromisos que desde las metodologías y políticas institucionales se proyectan. Y a razón y en correspondencia a los derechos,  favorecer la realidad de mujeres, niñas y niños de las comunidades a quienes se dirigen los procesos.


Masculinidad(es)  en perspectiva desde la ventana: hombres y sus construcciones de género.

Vale decir como marco de contexto general, que el trabajo con hombres y en masculinidad(es) se desarrolla a partir de los estudios de género y los llamados "Student Mens"; a  mediados de la década de los 80. Se establece como enfoque al suministrar puntos de referencia en perspectiva de género. 


  • Analiza las relaciones de poder y su aspecto diferencial tanto para mujeres como para hombres.Entiende a los hombres como sujetos de género, desde la categoría relacional.
  • Cuestiona e interpela el desequilibrio de poder, con la intencionalidad de fomentar relaciones y escenarios de equidad e igualdad desde los hombres y las masculinidades.

     Que devo faze para ser HOMEM?                                     

"ao chegar em um local, o homem deve se preocupar em conhecer o ambiente e a realidade da população; deve respeitar a forma de viver do povo e interagir com a comunidade; deve valorizar o que tem e ajudar no desenvolvimento das atividades e tarefas locais”.

“o homem que chega em um território deve ser humilde; para ser respeitado ele precisa respeitar, seja do pequeno ao idoso; deve observar e saber calar; se adaptar à cultura local; saber interagir; ele deve tratar o homem e a mulher com respeito; ele deve dizer como é a sua cultura e como ele gostaria de ser tratado”.

“o nape (homem branco) quando chega no xapono (comunidade) tem que procurar o tuxawa (líder), tem que pedir para o professor ou para o agente de saúde para falar com o tuxawa, para saber o que ele pode fazer e o que ele não pode fazer. O homem yanomami, antes de fazer alguns trabalhos, conversa com a mulher, planeja junto com ela”.

“para ser um bom homem, é preciso seguir as normas da comunidade, o regimento que tem escrito; quem não conhece a realidade da comunidade tem que procurar o tuxawa para conhecer as regras e depois tem de participar de todas as atividades da comunidade; ele não pode impor uma atividade dentro da comunidade; ele deve ser trabalhador, carregar lenha, falar a língua materna e uma diversidade de línguas, deve ter condições de sustentar a sua família, deve educar os filhos e filhas, formalmente e informalmente; deve seguir as rotinas que os pais fazem e as que eles determinam para o homem fazer”.

“Nas histórias dos homens, o que se percebeu em comum foi que todos aprenderam o que é ser homem com seus pais e avôs. Comparando com a mulher, perceberam que, enquanto ela é construída dentro da casa, na família, na escola, o homem é construído acompanhando o pai e é acostumado, desde pequeno, que quem lava a roupa, faz a comida e cuida das crianças é a mulher, a mãe. “Quando um homem toma atitudes que são consideradas de mulher, como expressar seus sentimentos, chorar em público, é menosprezado pelos outros”, apontaram”.

“As mulheres lembraram que quando o homem faz trabalhos que são normalmente atribuídos à mulher como cozinhar ou costurar, ele os faz enquanto profissional remunerado e valorizado. Já a mulher, ainda que faça os mesmos trabalhos, não é valorizada”.

Es claro que en las comunidades visitadas, No se puede asegurar la existencia de una masculinidad hegemónica;  pero si se puede percibir la hegemonía de lo masculino para llegar a concebir y valorar el mundo y sus relaciones.

A discussão ainda levantou as seguintes questões para serem aprofundadas:

“Estamos vivendo um momento novo, em que o modelo de família, tanto faz ser indígena ou não, está se modificando. Como é que a gente pode evitar que nas nossas comunidades pode-se evitar relações de violência entre homens e mulheres?”

“Nas nossas comunidades, o homem tem mais liberdade do que a mulher para sair, por exemplo, porque a mentalidade ainda favorece o machão. O peso maior está sobre a irresponsabilidade do homem. A mulher que engravida de um jovem acaba assumindo a responsabilidade de criar o filho toda para si. A gente precisa mudar isso.”

“Na sociedade indígena esta situação de mudança também está acontecendo, pois os homens líderes saem das aldeias para os encontros e as mulheres ficam nas aldeias e se sobrecarregam fazendo o trabalho dela e o do homem na roça. Isso é um problema recente.”

Desde la intencionalidad de lograr el empoderamiento  de las niñas y mujeres, sin generar rupturas y divisiones al interior de las comunidades entre hombres y mujeres, se hace urgente avanzar en el involucramiento de hombres con decisión de alto impacto (autoridades indígenas),  en términos de segmentos sociales salud, educación, dimensiones de la participación,  para la salud y el pleno goce de los derechos de las mujeres; aportando a la discusión y debate, claridades que permitan a los hombres comprender y delimitar lo que se considera como responsabilidad compartida en lo reproductivo y lo que se atiende desde el derecho diferenciado.

TERRA INDÍGENA RAPOSA SERRA DO SOL:


Em Roraima, as comunidades visitadas são habitadas pela etnia Macuxi, em sua maioria, embora houvessem também indígenas Wapichana e Taurepang. A exceção foi a comunidade do Barro, onde quase todas as pessoas que participaram da oficina eram de diferentes etnias, estudantes do Centro Indígena de Formação e Cultura Raposa Serra do Sol, que ali está sediado”

Por serem comunidades que há muito tempo estão integradas com não-indígenas, a língua falada é o português e a alimentação, o vestuário, a educação e as práticas produtivas são semelhantes à da população rural não-indígena.

Sobre homens e mulheres:

“Agora, quanto aos homens e mulheres, no passado, os homens tinha mais força que as mulheres. Hoje não. Para ter uma boa família, a mulher sabe o que é sua obrigação, ela não precisa estar levando puxão de orelha, nem grito no ouvido. O homem, por sua vez, tem de saber qual é a obrigação dele, também não precisa levar grito na orelha.” (tuxawa de São Miguel)

“Eu queria dizer que aqui na nossa comunidade nós somos iguais, a mulher fica em casa fazendo comida, mas o homem vai pescar, vai pra roça. Aqui eu acho que não tem maiores desigualdades.” (mulher da comunidade São Miguel)

 “Durante o período de alternância, eu observei que nos trabalhos que desenvolvemos na nossa comunidade [Maturuca], a presença feminina foi maioria. Poucos homens jovens marcaram presença, mas a gente trabalhou bastante na produção de bananeiras. O acordo era envolver todo o grupo de jovens, mas a maioria que participam dos trabalhos são as meninas. Se for para participar para não ter falta no diário de classe, os meninos vão. Mas se o professor não estiver presente, se for por livre e espontânea vontade, a participação maior é das mulheres do que dos homens.” (rapaz, estudante do CIR que atua na comunidade Maturuca) 

            “Eu percebi que as meninas eram muito tímidas e tinham vergonha de se apresentar. Já os meninos não tinham vergonha, tinham facilidade para se apresentar e se apresentaram melhor.” (moça, estudante do CIR)

“Nós nunca buscamos refletir sobre isso [gênero], mas no nosso mundo a mulher está sendo muito oprimida. Nós índios somos muitas vezes discriminados e oprimidos, mas a gente não percebe que, às vezes, nós também fazemos isso dentro das nossas famílias. (...)É bom a gente trabalhar com os homens para que não aconteça mais esta violência. Muitas vezes a gente quer rebaixar alguém. Por que será? Porque será que nas comunidades só tem mulheres trabalhando espontaneamente nas atividades? E por que será que aqui no Centro de Formação tem uma minoria de mulheres e a maioria de homens?” (professora do CIR e líder da comunidade Barro)

Plantear reflexiones acerca de lo que podríamos denominar  expresiones de inequidad y desigualdades, en algunas prácticas cotidianas de los pueblos indígenas; deben considerar interpretarse desde la experiencia de vida de hombres y mujeres, desde las particulares étnicas presentes en los territorios,  permitiendo una fuente de evidencia, para establecer  prácticas culturales y prácticas incorporadas derivadas del encuentro con “los no indígenas” -las colonizaciones-  sus causas y sus consecuencias. Inferir con la experiencia de vida  la materialización del derecho.

Las Masculinidad(es) consideran, comprende y confronta la realidad que viven los hombres, eso que los hace visibles en el campo de las relaciones de género; les involucra y les permite pronunciarse ante las implicaciones que se desencadenan de sus actitudes y prácticas. Posibilitan preguntar por aquella, aquel, aquello, que pone a los hombres en relación y sus alcances, considerando sus acciones en la vida de mujeres, niñas, niños y otros hombres; consolidando una apuesta por la reflexión crítica de las creencias y las prácticas llamadas masculinas.

La intención de proveer una mirada desde la puerta de las masculinidades en la  aproximación al género, se propone partiendo de antecedentes que mencionan como el papel del hombre desde las estructuras de creencias y la valoración del rol social,  es punto de referencia para la valoración del entorno, la dinámica de las comunidades y la representación de autoridad que se da en las comunidades indígenas. Intentando alejarse de preconceptos y prejuicios frente a este imaginario que desde las culturas no indígenas ya se rotula como machista o patriarcal, se aposto de manera desprevenida a encontrar las razones, motivaciones y argumentos que justifican esta  valoración de lo masculino, los hombres y el poder 

TERRA INDÍGENA YANOMAMI:

No Amazonas, as comunidades Yanomami são mais isoladas, têm menos contato com não-indígenas e preservam mais a sua cultura, língua (xamatari), alimentação, vestuário e práticas de caça, coleta e produção de alimentos. Algumas pessoas falam português, mas nenhuma falava o espanhol. Nas oficinas, a comunicação se deu por meio da tradução consecutiva do espanhol-português-xamatari, contando, para isso, com o suporte de um tuxawa (cacique) ou de algum professor formado pela Secoya no programa Educação Indígena Diferenciada, a depender da comunidade. As aldeias visitadas ficam na bacia do Rio Marauiá, cerca de 800 km da capital, Manaus.

Es importante mencionar como al implementar las acciones (talleres) en las comunidades indígenas 
se logró advertir el encuentro con relaciones entre hombres y mujeres, que pueden interpretarse  desde nuestra lógica “no indígena”, como violencias de género y específicamente como violencia contra las mujeres; es sin duda una tendencia que no se debe anticipar; de allí   la necesidad de establecer parámetros de interpretación para las construcciones culturales de lo femenino y lo masculino, que garanticen un profundo sentido de interpretación étnica que soporten hallazgos en relación con vivencias de las mujeres, y que permita categorizar los hechos , donde por el ser mujer; incluso en  la construcción cultural e histórica de lo femenino puede o no exponer a las mujeres a expresiones de violencia.

Dada la valoración profunda que se manifiesta por lo masculino en las comunidades indígenas a razón de los desempeños encargados socialmente y que por ejemplo los hombres yanomami logran manifestar al referirse a lo difícil de ser hombre, la sensibilización en enfoque de género; requiere ser promovida y/o fortalecida en dos espacios: con autoridades - representantes indígenas- y con jóvenes hombres y mujeres de las comunidades. Estableciendo en su desarrollo instancias de convocatoria, participación y decisión impulsada por las mujeres y sus intereses.

NARRATIVAS VISUAIS YANOMAMI

O que as mulheres Yanomami fazem:
  • ·    Tecem cestos para carregar diferentes coisas; somente as mulheres partem a lenha e carregam; somente as mulheres fazem o paneiro (um tipo de cesto) e catam o caranguejo.
  • ·         As mulheres cozinham para todos.
  • ·         As mulheres é que fazem o “tubo” para carregar a lenha.
  • ·         As mulheres matam os peixes com as mão no igarapé.
  • ·         As mulheres não matam aves.

O que os homens Yanomami fazem:
  • ·         Os homens fazem flechas, pegam a pena do mutum e enrolam nas pontas das flechas, muitas vezes colocando o veneno do parika na ponta para matar.
  • ·       Os homens caçam com o arco e a flecha vários animais (pássaro, nhambu, anta, queixada, onça) e trazem o produto da caça para todos comerem. A flecha é muito importante para os homens Yanomami alcançarem a caça, mesmo que ela esteja muito altas nas árvores e até para pescar.
  • ·         Os jovens aprendem a caçar com uma flecha de iniciante.
  • ·         Os meninos treinam usar o arco e a flecha flechando bananas e pequenos répteis e animais.

Las dinámicas de interacción que se observaron  rastrean pistas frente al papel que determina el territorio en las construcciones de las identidades de género, principalmente en la noción del trabajo y su división a razón de la pertenencia a uno de los sexos. Marx define el trabajo, independientemente de la forma social que tome, como “un proceso entre el hombre y la naturaleza, un proceso en que el hombre media, regula y controla su metabolismo con la naturaleza (…) Pone en movimiento las fuerzas naturales que pertenecen a su corporeidad, brazos y piernas, cabeza y manos, a fin de apoderarse  de los materiales de la naturaleza bajo una forma útil para su propia vida”(*).

Es decir que el trabajo es el uso de la fuerza de trabajo para procurarse la subsistencia. Y agrega “Lo que diferencia unas épocas de otras no es lo que se hace, sino cómo, con qué medios de trabajo se hace”, y por tanto estos medios a su vez permiten conocer “las relaciones sociales bajo las cuales se efectúa ese trabajo”(*). Al introducir las relaciones de género en el análisis, es importante retomar las definiciones de quienes argumentan que la noción de trabajo tal cual la entendemos hoy es un invento del capitalismo industrial, momento desde el cual se entiende como trabajo.

Sin embargo es una noción que debe ser definida en estudios de género con mayor alcance al interior de cada pueblo indígena. Desde la visión masculina hegemónica, basada en dicotomías excluyentes, existe la idea de que en toda formación social hay dos esferas bien identificadas: la pública y la privada, cada una de las cuales tiene un tipo de trabajo que es propio productivo/proveedor y reproductivo/domestico, y cada uno es el ámbito asignado para un sexo: varón y mujer. La noción de trabajo en las sociedades en las sociedades “blancas-capitalistas” implica la separación de esferas y las relaciones desiguales, pero no implica necesariamente el reparte de las esferas de acuerdo al género: la asignación de las tareas por sexo es mucho más antigua que el capitalismo y tiene sus raíces en la subordinación de las mujeres a los hombres, que adquiere características históricas propias en cada época.

Al  final de la observación se puede decir que las masculinidad(es) entonces, han servido a este ejercicio no solo como la posibilidad de valorar las identidades de los hombres y el patrón de su interacción inter e intra  genérica, también y en mayor proporción  brindan marcos de lectura para  la comprensión de la realidad social de los pueblos indígenas que se visitaron y develaron los códigos que en las relaciones entre mujeres y hombres se evidenciaron, se debe posicionar como importante para las organizaciones el buscar interpretar cualquier fenómeno social de las comunidades indígenas desde un patrón de género. Esta comprensión debe tomar en cuenta los aspectos diferenciales que reflejan los asuntos de género y cuya recopilación se requiere para avanzar más allá de la desagregación por sexo y dar forma,  potenciar las  lecturas de estadísticas de género y sus pistas en pro del avance  socio político.

Lograr acercar  los hombres a escenarios de reflexión crítica y transformativa frente a la vivencia de su masculinidades, demanda un reto en los abordajes metodológicos y las premisas pedagógicas de dichas intervenciones y estrategias,  La propuesta metodológica para desarrollar procesos de sensibilización con hombres,  parte de la premisa de invitar a la exploración y la memoria de los hombres en relación con la vivencia del cuidado, la autoridad y el poder.

Tres premisas reflexivas  son el resultado de la observación  sobre el territorio, preguntas que al finalizar la inmersión quedan abiertas para nuevas reflexiones, preguntas y alternativas de respuestas:
     ¿Cómo responden las relaciones de género al contexto histórico que viven las comunidades indígenas Yanomami y Serra Terra do Sol?
       ¿En qué medida,  el contexto geográfico estructura las relaciones de género en las comunidades Yanomami y Serra Terra do Sol?
        ¿Alcanzar las metas de las versiones hegemónicas de género, plantea algún tipo de tensión en la experiencia de ser hombres y mujeres  de las comunidades indígenas?         

Nossa sincera gratidão a todas as pessoas que contribuíram para a realização do processo, desde o planejamento e organização até a execução: TdH Suisse, Secoya (Associação Serviço e Cooperação com o povo Yanomami), CIR (Conselho Indígena de Roraima),  Em especial às queridas Telma Marques e Judith Schneyder, que foram nossas guardiãs e amigas em Roraima e no Amazonas, respectivamente, e aos tradutores do.







Comunidade Maturuca
Comunidade Barro
Comunidade São Miguel
Comunidade Ixima
Comunidade Pukima Beira
Comunidade Pukima Cachoeira


Equipo: Patricia Honório de Freitas (Relatorios y Fotografias)
Román Huertas (Facilitador e Investigador)